¿Se puede vivir gastando sin medida?

Rafael Rodríguez Loucel
La Prensa Gráfica, El Salvador

Los presupuestos individuales, familiares, empresariales y gubernamentales tienen características en común: sus fuentes naturales son sus ingresos corrientes y sus usos fidedignos son sus gastos corrientes.
La diferencia fundamental es la procedencia de los fondos y la presencia o carencia de riesgo. Todos pueden acudir a préstamos para satisfacer necesidades emergentes o contraer deudas para satisfacer erogaciones relacionadas con bienes de consumo duradero o gastos de inversión. El uso de una deuda conlleva una cuota de amortización que incrementa el gasto. Si el gasto excede al ingreso el diseño de una estrategia de austeridad o la seguridad de obtención eventual de ingresos extraordinarios para amortiguar la deuda es de lógica elemental; caso contrario las personas y empresas se exponen a una expropiación de sus bienes o de sus activos por parte de sus acreedores.

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