500.000 despidos en Cuba
Thursday 20 January, 2011
Erich Francisco Picado
La Nación, Costa Rica
El gobierno comunista de Cuba ha emprendido una política de reajuste económico, poniendo en marcha el proceso de despido de 500.000 empleados estatales. Por décadas, y bajo la cobertura ficticia de la extinta URSS, la dictadura cubana insistió en mostrar al mundo índices de “plena ocupación laboral sobre la productividad”, lo que vino a desplomar la economía de la isla. Medio millón de empleados quedarán cesantes.
Obligados por la miseria en que viven, los gobernantes de Cuba han tenido que admitir, bajo esta medida, que el modelo centralizado estatal es una aberración en un mundo moderno, y que, después de todo, los capitalistas no están tan errados al procurar modelos económicos estructurados sobre Estados pequeños y empresas privadas fuertes y competitivas.
Como era de esperar, Salvador Valdés, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, admitió que “el Estado no puede ni debe continuar manteniendo empresas (') con plantillas infladas y pérdidas que lastran la economía, (') generan malos hábitos y deforman la conducta de los trabajadores”. En Costa Rica, al igual que en Cuba, urge reducir el aparato estatal, para que las fuerzas productivas puedan, sin la espantosa amarra burocrática del Estado, producir riqueza que alimente el crecimiento del país.
En Cuba, los despidos se iniciaron por los ministerios del Azúcar, Salud, Alimentación, Turismo, Agricultura, Transportes, Educación Superior, Industria Básica, Construcción y Comercio Interior. Lo anterior es una simple fórmula que, aplicada en países capitalistas tan odiados por ellos, se llama reingeniería del Estado para lograr eficiencia. Los trabajadores despedidos perderán un “jugoso” salario de $17 estadounidenses al mes.
Toda una fortuna sin duda. La cadena informativa BBC recoge el testimonio de un flamante ingeniero cubano, que prefirió trasladarse a la iniciativa privada pues, “arreglando zapatos gana entre $70 y $100 mensuales”. El modelo socialista fracasó desde 1989, derrumbándose como arena. En Cuba, donde sostenían que es preferible la muerte a la renuncia del sistema, han tenido que aceptar el fracaso económico.