Monday 29 April 2024


Desarrollo de ciencia, tecnología e innovación

Wednesday, March 7, 2012

Eddy Ramón Zepeda Cruz
El Nuevo Diario, Nicaragua

La evidencia nos ha venido demostrando siempre que para alcanzar niveles de Calidad de Vida como individuo o como Comunidad/Sociedad es necesario realizar esfuerzos extraordinarios, persistentes y sistemáticos. Las acciones casuales, coyunturales o de moda no resuelven necesidades de vida, o tan solo lo hacen por periodos muy transitorios de tiempo. ¿Y después de la emergencia, qué?, rezaba una frase hace unos quince años cuando los cooperantes europeos generosamente contribuían con el control de epidemias que nos agobiaban entonces (Leptospirosis/Achuapa; Dengue y Malaria y Agua de consumo humano: Managua).

Precisamente nos hemos quedado estancados en solución de emergencias y no hemos dado el paso a procesos de Desarrollo que permitan a nuestros ciudadanos gozar de verdadera calidad de vida, es decir, de superar las Necesidades Básicas Insatisfechas, NBI, que mencionan los organismos internacionales estudiosos de dichos temas para alcanzar lugares superiores en los parámetros de desarrollo (CEPAL, BM, etc.).

Recientemente se habla, entre los entendidos en el tema, de la necesidad de invertir en temas de Ciencia, Tecnología e Innovación como única salida para salir del subdesarrollo en que vivimos. Se mencionan ejemplos exitosos como algunos países con economías emergentes (Brasil, India, China, entre ellos), que invierten más del 0.5 o 1% de su Producto Interno Bruto (PIB) en dicha materia. Tema pendiente de verificación sería conocer si realmente ese desarrollo mencionado ha sido sobre la base de los Derechos Humanos de los millones de ciudadanos que aportan a esas economías, puesto que casi siempre los beneficiarios son grupos económicos y familiares reducidos en cada uno de esos países, es decir, elites.

En nuestro país, específicamente, se ha observado ciertos destellos de intentos de fortalecimiento en estos campos en las últimas tres décadas. En los ochenta fueron enviados miles de nacionales a prepararse en diferentes campos a países europeos occidentales y del extinto bloque de Europa del Este. ¿Qué paso con ellos?: quizás un 10 % encontró trabajo a su retorno, la mayoría sobrevive en otras actividades diferentes a las de su formación, y otro tanto emigró. Quizás fue el inicio masivo de la denominada diáspora. Y todo el esfuerzo para desarrollar la nación se quedó en buena intención. ¿Causas?, ¿errores?: parece no haber nadie interesado en buscarlas y corregirlas. Frustración.

La evidencia ha demostrado que la masificación no genera calidad. Según algunos economistas o pensadores conservadores, debe actuarse selectivamente para obtener resultados. Escoger unos pocos dotados en quiénes invertir y que sean ellos quienes encabecen los proyectos o programas que generarán verdadero desarrollo nacional. Esta podría ser una verdad relativa. India apostó hace más de cuarenta años en seleccionar individuos con capacidades excepcionales para formarlos hasta niveles superiores (post-doctorados, investigadores, etc.), ¿y qué ha sido de ellos?, ¿qué ha sido del desarrollo del país o de sus miles de millones de habitantes? ¿Maquiladores de inversionistas capitalistas?

Europa invirtió poco más de 25 años, después de la Segunda Guerra Mundial, y logró cambiar el rostro de destrucción post-guerra. Sus habitantes pueden gozar hoy de niveles de vida satisfactorios al menos, quizás no completamente, pues los sucesos de Grecia y más recientemente Londres nos siguen aclarando que no todo lo que brilla es oro.

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