El crimen del hambre
Wednesday 29 June, 2011
Ileana Alamilla
La Prensa Libre, Guatemala
El estudio de la Cepal-Unicef que reveló que el 79.7 por ciento de la población infantil vive en condiciones de pobreza y que ocupamos el lugar 17 de 18 países evaluados en esta materia, es un dato dramático que nadie debería considerar trivial. Se está hablando de la niñez, esa que abrazan y besan quienes aspiran a ocupar cargos públicos y de la cual, una vez en los mismos, olvidan.
Esa es la niñez que se está muriendo literalmente de abandono, de desnutrición, de falta de prestación de servicios básicos por parte del Estado. Tenemos una incidencia de pobreza infantil extrema de 47.2 por ciento, o sea que dos millones 978 mil niños(as). En el caso de la desnutrición crónica, contamos con la tasa más elevada de América Latina, el 54.3 por ciento, y con una prevalencia de anemia de 39.7 por ciento, la sexta más alta en la región latinoamericana. La Sesan reportó una desnutrición crónica del 49 por ciento en niños menores de 5 años.
Para completar el cuadro, el 68 por ciento de la niñez carece de una casa digna, el 56.3 por ciento no tiene servicio de letrinas o drenajes y al 13.6 por ciento le falta agua potable. Estos datos de entidades especializadas son solo algunos de los indicadores de nuestra infinita capacidad de indiferencia, especialmente de aquellos que han contribuido a crear ese estado de cosas.