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El siguiente asalto

Thursday 26 January, 2012


Sergio Muñoz Bata
La Prensa Gráfica, El Salvador

Entre insultos y descalificaciones, la reñida contienda por la candidatura presidencial del Partido Republicano se desplaza a la Florida.

Newt Gingrich dio la sorpresa en Carolina del Sur al remontar lo que parecía una ventaja definitiva en la carrera a la nominación por la candidatura presidencial republicana, y derrotar al favorito Mitt Romney de manera contundente. Gingrich obtuvo el 40% de los votos y Romney el 28%. Ocho días antes, Romney lideraba en los sondeos por los mismos 12 puntos con los que perdió.

Según las encuestas a boca de urna, los votantes le escogieron porque piensan que quien fuera líder de la Cámara de Representantes tiene la “experiencia necesaria” para dirigir la marcha de la economía. El desempleo en Carolina del Sur está por arriba del promedio nacional y tres de cada 10 votantes dijeron que alguien en su hogar había perdido su trabajo en los últimos tres años. Dos tercios de los votantes se identificaron como evangélicos o Cristianos “renacidos” y 40% de ellos votó por Gingrich. Seis de cada 10 votantes dijeron que para ellos era esencial que su candidato tuviera sus mismas creencias religiosas y casi la mitad de ellos votaron por Gingrich. Una paradoja difícil de comprender dados los escandalosos antecedentes del candidato en el tema de los valores, la ética y la fidelidad conyugal. Gingrich va en la tercera esposa, y la segunda de ellas recién declaró públicamente no solo que Gingrich le había propuesto “un matrimonio abierto”, es decir, un matrimonio en el que ambos cónyuges tendrían la libertad para tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, sino que le acusó de haberle sido infiel con la asistente que terminó siendo la tercera esposa.

Y todo esto sucedía al mismo tiempo en el que Gingrich acusaba al presidente Bill Clinton de inmoral por su aventura con una joven que hacía un internado en la Casa Blanca. No menos incongruente es que quienes votaron por Gingrich digan que para ellos es muy importante que el candidato comparta sus creencias religiosas y al mismo tiempo se hagan de la vista gorda y escojan a un hombre que durante su gestión como líder de la Cámara de Representantes fue acusado de ochenta y cuatro violaciones al código de ética de la institución; castigado con una reprimenda pública más una multa de $300,000 y se le haya obligado a renunciar al puesto y al Congreso por considerar que su gestión fue indigna y caótica.

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