Tuesday 30 April 2024


Gobernar

Thursday, June 10, 2010

Orlando Henríquez
La Tribuna, Honduras

Para fortuna de él y para el país, “Pepe” ya ha podido ver la verdad en las actitudes del mercenario Zelaya, quien lo ha tenido engañado por largo tiempo haciéndole creer en sus santas intenciones mientras Lucifer oficiaba misa en lo más corrupto de su corazón.

Cumplidos los compromisos que “Pepe” mismo había hecho a favor del delincuente, con la conciencia tranquila, ahora puede sanamente dedicarse a gobernar poniendo en ejecución los diversos planes de desarrollo que antes de ahora florecieron en su cerebro y que todavía se encuentran vírgenes por falta de iniciativa. Y es que cuando los problemas se encuentran en efervescencia parecen gigantes indestructibles y capaces de absorber a los osados que se animen a desafiarlos.

Pero la situación de hacerlos a un lado, soslayarlos, es la más fácil pues se reduce a “dejar hacer”, que es el camino de la irresponsabilidad y madre de la pereza ayudada con la incapacidad. Así que cuando un personaje asume la responsabilidad del Estado ya debe tener moldeada por lo menos la idea, mentalmente conceptual, de lo a ejecutar y para ser distribuido entre gente de capacidad reconocida para que desarrolle en el papel los problemas planteados, que deben terminar en manos del dirigente como última instancia aprobativa

“Pepe” tiene la capacidad de empujar la carreta por ese lado. Sabe lo suficiente como para haberse saturado de las reglas del sistema obrero-campesino y, además, es empresario; conocimientos que alcanzarían para hacer las transformaciones necesarias en los niveles explicados e incluso en volverse ideólogo de un nuevo proceder para fortalecer la democracia, un poco de capa caída en nuestra América y que necesita una sacudida para anexarla a una mejor democracia que en abrazo con los Estados Unidos reviva con más brillo el concepto democrático ante el desviar de las izquierdas.

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