La mano en la conciencia

Arturo Alvarado
El Heraldo, Honduras

Las reformas tributarias recientemente aprobadas y que, esperemos todos, serán revisadas, tendrán un efecto negativo sobre la inversión y provocarán distorsiones en los medios de pagos y el sistema financiero, generando probablemente presiones inflacionarias y un mayor desempleo. Algunas de las reformas al Impuesto sobre la Renta no tienen sustento doctrinario, al aplicar este impuesto basado en los volúmenes de ventas.

Nuestro propio Código Tributario indica en su artículo 1, segundo párrafo: "Se considera ingreso toda clase de rendimiento, utilidad, ganancia, renta, interés, producto, provecho, participación, sueldo, jornal, honorarios y en general, cualquier percepción en efectivo, en valores, en especies o en crédito, que modifique el patrimonio del contribuyente". Además, los contribuyentes tendrán que pagar el uno por ciento en concepto de anticipo al Impuesto sobre la Renta sobre el valor de las importaciones, sin importar si ya están sujetos al Régimen de Pagos a Cuenta, produciendo una doble imposición anticipada, que incrementará las necesidades de capital de trabajo y por lo consiguiente, los costos de los contribuyentes.

Esperamos, entonces, una concertación efectiva que permita generar los recursos que se necesitan para el fortalecimiento de la seguridad, que junto con el desempleo, son las preocupaciones fundamentales de toda la ciudadanía, dejando de lado el objetivo de obtener más recursos bajo el disfraz de programas sociales, que solo llevan propósitos de clientelismo y promoción de campañas políticas. 

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