Y ahora, Portugal

 

Europa sigue enferma y con riesgo de contagio. Primero fueron Grecia, tras varios años de irresponsabilidad fiscal y de poca transparencia en las cifras económicas, e Irlanda, que dejó crecer una burbuja especulativa, inflar los precios de los bienes raíces y generarse problemas bancarios. 

 

Esta vez, es Portugal, que acaba de solicitar ayuda financiera a las instituciones de la Unión Europea luego de haberse resistido a dar este paso por más de un año. A mediados de abril y junio, se vienen dos momentos delicados en que Portugal tiene que repagar capital e intereses de su deuda, sumando alrededor de 12,000 millones de euros. 

 

Conforme se acercan las fechas, los mercados financieros -con los que Portugal tiene que endeudarse para esos pagos y para cubrir su déficit fiscal- venían acumulando desconfianza, por lo que las tasas de interés que tiene que pagar el país han subido mucho en estos últimos días, llegando a casi 6% para endeudarse a un año plazo por 1,000 millones de euros, y con tasas superiores a 8% para su deuda a 10 años plazo.