¿De qué cambio hablamos?
Jueves 24 febrero, 2011

Samuel Bern
La Prensa, Panamá
Aunque mi generación no lo llegue a ver, me ilusiona que a largo plazo se modifique el actual modelo de desarrollo que promueve crecimiento económico a la par de deterioro ambiental.
Desarrollo significa mayor consumo de energía, creación de nuevas infraestructuras, mayor producción de bienes y servicios, consumo de calorías y proteínas animales. En otras palabras, ser desarrollado o del primer mundo significa actualmente tener más ingresos, artefactos, más carros, carreteras, joyas, sobrepeso y, por supuesto, polución.
Con el aumento poblacional y su concentración en las ciudades es inevitable que estos mismos indicadores y sus fundamentos ideológicos sirvan, por igual, a nuestros políticos para invertir fondos públicos en ciudades y regiones donde las poblaciones aspiran a pertenecer al primer mundo o, sencillamente, salir de la pobreza.