¿Libre mercado?

Samuel Pérez-Attias
La Prensa Libre, Guatemala

El libre intercambio de mercancías ha permitido que se produzcan satisfactores de necesidades que los emprendedores ofrecen para satisfacer la demanda, siempre que ésta cuente con el poder adquisitivo. La teoría del laissez faire también sugiere que las personas libremente podrían elegir dónde trabajar y obtener ingresos para adquirir esos satisfactores.

Así, en una economía de mercado “químicamente pura”, cada quien accedería al trabajo sin restricciones. El mercado ha disminuido las potenciales guerras entre países, para obtener recursos a través del intercambio. Recordemos que los países peleaban por recursos: en unos casos, la energía que los transforma (esclavos), y en otros, la acumulación de medios de riqueza capaz de trasladarse en el tiempo y el espacio, como el oro, las joyas y otros utensilios escasos. 

Al existir un sistema que asigna los recursos utilizando la propiedad privada, los precios como señales a consumidores y vendedores y un medio de intercambio, la fricción política entre Estados tiende a romperse y se convierte en una negociación entre individuos. Teóricamente, si todos los individuos acceden al medio de pago común, la fricción se resolvería en la caja del supermercado. El sistema de precios regularía la distribución de bienes cuando estos escasean o abundan. 

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