¿Qué Estado, para qué igualdad?

 

Hace pocos días, la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan) dio a conocer un documento en relación con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, centrado en la situación desfavorable en la que se encuentra la población femenina. 

 

Además de asegurar que Guatemala difícilmente podrá cumplir a tiempo varias de las metas fijadas para el 2015, insiste en que es indispensable transformar la posición de las mujeres en la sociedad a través de su empoderamiento, para lo cual es imprescindible abordar temas de salud sexual y reproductiva, erradicar la violencia y favorecer la independencia económica, así como eliminar su exclusión de los espacios de creación de conocimiento.

 

En esos mismos días, expertas y altas funcionarias de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), reunidas en Brasil, presentaron un documento que aborda la necesidad de un nuevo pacto social para lograr la igualdad en el trabajo entre las mujeres y los hombres, que tiene íntima relación con la conquista de la autonomía económica, física y política de las mujeres, lo que implica, obviamente, el reconocimiento de sus derechos.

 

El documento que recoge esas demandas se denomina ¿Qué Estado, para qué igualdad? En el mismo se asegura que no será posible lograr igualdad laboral para las mujeres mientras no se resuelva la carga de trabajo no remunerado y de cuidado que recae históricamente sobre ellas; es necesario, agrega, buscar una nueva ecuación virtuosa que incluya al Estado, al mercado y a las familias.