¡Y ahora a gastar!

Juan Valiente
El Salvador.com, El Salvador

Ya logró el presidente que aprobaran su paquete de reformas tributarias sin el costo de negociar un pacto fiscal, aliado con aquellos partidos que ahora se rasgan las vestiduras reclamando responsabilidad fiscal y austeridad, olvidándose de los viáticos no devueltos oportunamente y de las medicinas que causan efectos similares a la embriaguez. Ya mejoramos la recaudación fiscal. El Gobierno tendrá más recursos que necesita para hacer bien las cosas. Hoy requiere entonces claridad de propósito, transparencia y honorabilidad.

No debe comenzar a gastar como lo ha hecho en los últimos años. Las medidas de compensación social tan necesarias no han sido acompañadas de un proceso de establecimiento de prioridades. El populismo ha cegado las sabias decisiones. Nuevamente el presidente se compromete a dar cuentas y a ser transparente. Es importante que cumpla, porque lo que ha abundado en estos tiempos son los signos del despilfarro, los enriquecimientos súbitos y el surgimiento de una nueva clase económica sobre los hombros de todos nosotros.

Un poco contrario al proceso que hubiéramos esperado, ahora después de haber logrado su propósito, vienen las explicaciones y los propósitos de enmienda, como los sugeridos por las afirmaciones mediáticas de focalizar los subsidios o de iniciar un programa de austeridad. Es cierto que el país necesitaba más ingresos fiscales. Es cierto que algunos sectores daremos un poco más de lo que ya damos, recibiendo prácticamente nada de regreso en términos de salud, educación y seguridad. Pero también es cierto que amplios sectores de la sociedad todavía no contribuyen nada. La necesidad también de ampliar la base de los contribuyentes es innegable.

Es importante dejar de subsidiar al que no lo necesita y de concentrar los pocos recursos del Estado en lo que realmente es importante. Urge aprovechar el renovado interés que ahora tenemos los que vamos a contribuir más por aportar nuestras ideas sobre dónde están las prioridades. No es el momento de dejar los espacios vacíos para que otros opinen. Necesitamos restaurar la infraestructura educativa del país, la cada vez más deteriorada red vial, los servicios de salud y por supuesto alcanzar niveles de seguridad aceptables.

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