A un mes de gobierno

Edith González
La Hora, Guatemala

Durante su campaña el presidente Pérez Molina prometió a los vecinos de asentamientos, quienes acamparon por meses frente al Congreso de la República durante “el gobierno de los pobres” que se resolvería su situación y pese a las acciones de los opositores declarados y otros solapados, se aprobó la Ley de Vivienda.

Para algunos el que el Presidente haya llegado a un acuerdo con los transportistas y dado un paso atrás, es una muestra de debilidad. Pero qué más que sentarse en una mesa de negociaciones y llegar a un acuerdo en donde ambas partes salgan ganando, lo que no se logró nunca en cuatro años con los campesinos, quienes fueron siempre burlados. Es interesante, como durante los primeros días del gobierno de ese general de mano dura a quien la sociedad civil temía “por sus acciones del pasado, al servicio de su institución”, ya no quede ningún reo que espere la pena de muerte y se hable de solventar lo antes posible la situación de más de mil personas que permanecen detenidas pese a haber cumplido su condena.

Como lo es escuchar las protestas de las personas que en el pasado manipularon la ley y el sistema y recriminan no ser tomadas en cuenta, cuando no permitieron antes que otros participaran en aras de la democracia que tanto apelan.

Y aún no llegamos al mes de haber asumido el nuevo gobierno y se ve y oye de todo. Hay quienes dicen que la delincuencia está igual que no la controlan según prometieron, pero los que viajamos en autobús y estamos al tanto sabemos que hace días que no se produce un asalto acá en la capital. Y que para el desorden administrativo y financiero en que vivíamos hace falta más que un mes.

Suena difícil aceptar que los estudiantes y comerciantes se opongan a que los Comedores Solidarios sean trasladados a sitios en donde la gente no tiene ni la mínima oportunidad con que ellos cuentan, pero quizás ahora si le entremos de una vez por todas a la desnutrición en nuestro país.

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