Atentos a recaída económica
Monday 20 September, 2010
Alfredo Puerta
La República, Costa Rica
Luego de la fuerte caída de 2009, los mercados financieros han podido recuperarse un poco pese a los impactos económicos ocurridos este año. No obstante, el fantasma de la crisis parece levantarse nuevamente sobre las economías; en especial la norteamericana, cuyos indicadores parecen haber perdido la capacidad de generar confianza en los inversionistas. El consumo en Estados Unidos representa las dos terceras partes del producto interno bruto de su economía, por lo que si las ventas de los minoristas no se mantienen estables, la recuperación continuará desacelerándose, imprimiéndole más volatilidad al mercado y desconfianza por parte de los consumidores.
Estas ventas disminuyeron cerca de un 3% en junio, recuperándose en julio un 4%, lo cual podría ser muy positivo; no obstante, la recuperación provino del sector automotor que se caracteriza por tener un crecimiento estacional y variable. La consecuencia de lo anterior es que si le quitamos a la recuperación de julio, la industria automotriz, las ventas se recuperaron solo un 2%. Si no hay consumo, no hay sostenibilidad del crecimiento.
El impacto del mercado inmobiliario para la economía estadounidense, es que si bien ha habido un aumento de las ventas de viviendas en los últimos meses, el incremento de los llamados “foreclosures” (que son los acuerdos de liquidación con la banca por imposibilidad de cumplir con el pago de las hipotecas), en algunos estados, se ha incrementado a tal punto que los analistas han comenzado a temer por una recaída del mercado, sobre todo porque este sector fue el principal generador de la crisis de 2009.
Las variables que cierran el cuadro de preocupación para los analistas recaen por una parte en la elevada tasa de desempleo en la economía, que parece no tener una solución de corto plazo y que amenaza con seguir afectando el consumo. Por la otra, está el fuerte endeudamiento de más $700 mil millones en los que tuvo que incurrir el gobierno para hacer frente al déficit de casi $1,86 billones (trillones en EE.UU.) con que debió enfrentar la crisis de 2010.
Las dos variables pueden generar que la recuperación continúe siendo lenta y sobre todo larga, lo que obligaría a los inversionistas a considerar posiciones de largo plazo o simplemente a decidir no entrar en los mercados por temor a las potenciales pérdidas. Por estas razones, los inversionistas consideran que la economía norteamericana está muy vulnerable a una recaída, que podría impactar nuevamente a todos los mercados extendiendo sus impactos negativos más allá de 2011. Por el momento lo más recomendable es tener paciencia y protegerse lo más posible.