Carlos Slim apuesta por el oro

Cada vez que Carlos Slim hace un movimiento significativo en los mercados, los inversores toman nota. La fortuna de Slim es no solo la más grande del mundo, sino también la de más rápido crecimiento.

A principios de este mes, Frisco, una compañía de materia prima controlada por Slim, pagó $750 millones para adquirir la mina mexicana Ocampo, a AuRico Gold de Canadá, junto con participaciones en proyectos asociados.

En un nivel, la compra de parte de Frisco, que el año pasado se separó de Carso, el holding de Slim, parece estar siguiendo la tendencia creciente de las adquisiciones de empresas en Europa y América del Norte por las llamados multilatinas.

Grupo Bimbo de México, ahora la mayor panadería en América del Norte, es un buen ejemplo.

Pero Slim a menudo se opone a las tendencias, en lugar de seguirlas.

El movimiento de Frisco podría ser parte de un patrón a largo plazo de las adquisiciones por multilatinas.

O Slim podría estar anticipando que las economías de Estados Unidos y Europa continuarán siendo turbulentas, y que esto a su vez se traduce en bajas utilidades para sus negocios de consumo basados América Latina.

En este caso, el precio del oro podría subir del nivel de alrededor de $1.500, de que apenas se ha movido durante el último año. Otros pueden adivinar. Solo Slim sabe.