Desarrollo y tecnología para la formación de capital humano
Thursday 15 December, 2011
Manuel Castillero
Prensa, Panamá
La globalización es denominada por especialistas como la era del conocimiento. A diferencia de otras etapas económicas donde el motor o eje del desarrollo fue de naturaleza agrícola o industrial, esta se caracteriza por el papel que desempeña el conocimiento para generar crecimiento económico y bienestar, particularmente, mediante la investigación y el desarrollo.
Este fenómeno lógicamente supone un desafío para las naciones, las empresas pero, sobre todo, para los propios individuos. De allí que para que un sujeto pueda competir en un contexto como el actual se requiere como paso fundamental modificar el enfoque educativo a objeto de dotar a las personas de esas habilidades especiales que, más que aprender en el momento, le permitan continuar aprendiendo por su cuenta en el futuro.
La educación desde este punto de vista tiene que estar orientada a crear capacidades autodidactas que permitan al individuo ir desarrollando conocimientos y habilidades distintivas para sobrevivir en un entorno complejo y evolutivo, así como actitudes y destrezas que le permitirán explotar las oportunidades que derivan de este contexto induciendo capacidades para competir de manera sostenida.
En segundo lugar –desde un punto de vista social– se requiere justamente empoderar a los segmentos de la población de menor ingreso a objeto de integrar esas grandes masas a los beneficios que derivan de la globalización. Todo ello se resume en un concepto que es el denominado desarrollo del capital humano.
La imposibilidad de lograr este propósito solo conllevaría que la llamada internacionalización o globalización, simplemente arrojará beneficios casi que exclusivamente para aquellos países e individuos que mejor preparados están y que gocen de mayor capacidad para desarrollar conocimiento y traducirlo en bienestar.
En el caso de Panamá, si bien se han logrado importantes avances en materia de competitividad, la formación y desarrollo del capital humano sigue resultando un imperativo aun para lograr una mayor integración de los sistemas de innovación, reforzando los programas tecnológicos que se desarrollan en conjunto entre las empresas, las universidades y el Gobierno.