Educación

Orlando Henríquez
La Tribuna, Honduras

Nosotros nos quejamos de tanto crimen que se ejecuta en nuestro país, de la falta de autoridad e incluso de la ayuda necesaria que proporcionan malas autoridades a los delincuentes, en especial en el tráfico de drogas. Ahora vemos, con verdadero pánico, que el narcotráfico ha sentado sus reales también en nuestras principales ciudades. Que bandas de maleantes sean posesionadas de nuestras vidas de manera indeleble pues es difícil arrancar tal imagen. 

Antes se trataba de delincuentes solitarios que sembraban el pánico con sus robos y asesinatos sucedidos en los asaltos, pero ahora se trata de que los maleantes, se han organizado de tal manera que hasta podrían lucir mejor que los propios agentes gubernamentales tanto en efectividad como en organización. Toda una montaña para nuestro gobierno y para los jefes policiales no corruptos, quienes se mantienen silenciosos. Tal vez, dentro de poco, con buen presupuesto, buenas armas, saneamiento del equipo policial y buena voluntad barra con el crimen, ayudado quizá por la proporción de empleos a proporcionar. 

Ahora que maestros y gobierno dialogan, deberían ponerse de acuerdo para dar un vuelco a la enseñanza, para que realmente sea efectiva. El gobierno no debe desaprovechar esta oportunidad que difícilmente volverá a presentarse y no por el gobierno mismo sino por el conglomerado, que siempre ha estado a la espera de que se hagan reformas sustanciales a la enseñanza para que no seamos más retrógrados y que, además, mandemos a la escuela a los profesores, como un intento para salvarlos a ellos también. 

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