Educación y pobreza
Thursday 19 May, 2011
Arturo Alvarado
El Heraldo, Honduras
El gobierno del presidente Lobo ha implementado el Bono 10 Mil dentro del marco de lo que se conoce como transferencias condicionadas. El objetivo fundamental de estas transferencias es entregar efectivo a hogares pobres con la condición de que los padres, generalmente las madres, se comprometan a enviar sus hijos a la escuela, con una asistencia de entre el 80 y el 85% de los días de clase y a cumplir con condiciones de salud y nutrición.
En algunos países, estas transferencias se han convertido en el mayor programa de asistencia social y llegan a millones de hogares, tal es el caso de Brasil y de México, como instrumento para ayudar a los hogares a salir del círculo vicioso que transmite la pobreza de una generación a la siguiente: de promover la salud, la nutrición y la escolarización de los niños.
El Bono 10 Mil es un buen principio para un proceso de transformación al interior de las familias pobres y un excelente complemento a la merienda escolar, pero debe ser acompañado de un compromiso serio por parte de los padres de familia y los maestros. Sin embargo, la educación en Honduras está en manos de dirigentes que únicamente luchan por sus conquistas salariales, sin importarles el daño que ocasionan a los niños.