El Caribe salvaje de Costa Rica
Friday 11 July, 2014
Guadalupe Piccioni
Por las calles de Puerto Viejo de Talamanca enormes cangrejos avanzan a paso tambaleante y pausado, al mismo ritmo de la gente. En chozas sencillas, los artesanos locales exponen su trabajo a la vera del mar.
De los restaurantes sale el aroma a coco del rice n’ beans (arroz con frijoles) cocido en su leche. La voz de Bob Marley anima los cuerpos bronceados y las hamacas vacías se mecen con la brisa de mar.
En el corazón del Puerto Viejo de Talamanca, el legendario bar Stanford es como un palco frente al mar para observar a los surfistas en plena acción. Hace 30 años llegaban a este pueblito caribeño de población negra e indígena los primeros norteamericanos aficionados al surf y algunos hippies. El pueblo, cercano a la frontera con Panamá, conserva ese aire ‘flower power’.
La casa flotante
Estoy a los pies de un níspero de 60 metros de alto. Juan, el guía que me acompañó hasta aquí por un sendero que serpentea selva adentro, me hace una seña. Miro hacia arriba y veo una plataforma que circunda el tronco en lo alto. “Esa es la casita donde tendrás el privilegio de vivir la selva desde un punto al que usualmente nadie llega”, asegura. Trepo el árbol por unas cuerdas y a los 25 metros me introduzco en la casa. Construida sin un solo clavo ni tornillo que lastime el níspero de 300 años, esta tiene dos pisos y descansa sobre una plataforma de 60 m2, suspendida de las ramas mediante cables de acero recubiertos con hule.
Con esta obra, el ingeniero eslovaco Peter Garcar cumplió un sueño: probar que un árbol vivo vale más que uno muerto.
Desde cualquier lugar de la casa tengo una vista de 360º sobre el Refugio Nacional de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo, en el corazón de un bosque tropical lluvioso.
En el horizonte está el mar Caribe y, en sus entrañas, los arrecifes de coral.
En la noche, la casa ‘flotante’ parece una luciérnaga que brilla en la inmensidad del bosque gracias a un panel solar. Me acomodo para dormir con un arrullo de croares, zumbidos y ramas que se mueven.
Al amanecer, presenciaré el despertar del mundo desde el dosel de la selva tropical, entre enredaderas, lianas, bromelias, monos y aves.
Selva adentro
Después de pernoctar entre las frondosas cabelleras de los árboles, me interno en las entrañas de la selva, esta vez por tierra. Camino a la playa y el guía me ataja del hombro murmurando: “Hay una oropel (serpiente venenosa) a un metro de tu pie izquierdo”. Al mismo tiempo, escucho un fuerte rechinar de ramas y veo un mono ejecutando arriesgadas piruetas en la copa de un árbol. “Es un mono araña –me instruye Joe–, su cola prensil lo convierte en un gran malabarista”.
Ya en la playa, el paisaje cambia. Los cocoteros y las uvas de playa colonizan la costa. Mar adentro, diviso una embarcación. “Es el bote de Rafa –dice Joe–, llevando a un grupo a hacer snorkel en Punta Mona”.
El día siguiente lo comienzo en Lidia’s Place con un rice n’ beans. Me monto a la bici y salgo del pueblo por la pista que bordea la costa.
Pedaleo hasta Playa Punta Uva y lo que veo es sublime: una playa semidesierta separada de la vecina Playa Grande por una inmensa pared natural de piedra. El agua es turquesa y la arena blanca precede a un tupido bosque de almendros y palmeras. Somos pocos allí, pero todos entramos al mar al mismo tiempo: dos con equipos de snorkel, uno en kayak y yo a nadar en aguas tranquilas y cálidas.
Luego me refugio a la sombra de una uva de playa a contemplar el mar. A tres metros, una familia de monos carablanca se hace un festín con los cocos caídos. Me percato de mi fortuna: aquí no hay ruido humano capaz de silenciar los sonidos de la más esplendorosa naturaleza; las playas paradisíacas se pierden entre bosques interminables, los mares resguardan arrecifes de coral; hermosos ríos desagotan su agua dulce en el océano. ¡Pura vida!, como profesan los ticos.
De San José a Puerto Viejo
El viaje dura cuatro horas en bus. En el camino se observan enormes reptiles ‘tomando el sol’ a la orilla de ríos cristalinos, y extensas plantaciones de banano, cocoteros y café.
La franja costera caribeña de Costa Rica
¿Dónde dormir?
1. Rockin J’s Hammock Hotel es el lugar clásico para mochileros sobre la playa. Con capacidad para 350 personas, está lleno de ‘buena onda’ y ambiente de fiesta. Rockingjs.com
2. Todas las habitaciones de Villas del Caribe, en la playa de Cocles, tienen vista al mar. Villasdelcaribe.com
3. El pequeño eco-lodge Tree House, en Punta Uva, es la opción más exclusiva, sustentable y original del Caribe. Tiene cuatro casas en su propiedad, cada una de 300 m². Costaricatreehouse.com
¿Dónde comer?
4. Rápida: panes rellenos, batidos, empanadas, pizzas, pastas y muchísimo más puedes encontrar en La Casa del Pan, en Cocles, frente a la cancha de fútbol. Atendida por sus dueños, Ana y César.
5. Comida típica: Soda Lidia’s Place es un clásico del Caribe. Entrada de patacones con guacamole y su famoso plato principal con pargo rojo, son una perdición. No dejes de probar el rice n’ beans, el mejor en toda la zona. Av. 67 y 215, Puerto Viejo.
6. Platos internacionales: El Refugio Grill, en Punta Uva, es un cálido e íntimo restaurante y coffee shop. Recomendados: entrada de mejillones, plato principal con atún y, de postre, crêpes de dulce de leche.
7. Fusión: Stashus con Fusión mezcla la cocina Caribe con la asiática. Imperdibles: lubina y vieiras en curry de maracuyá y jengibre con patatas especiadas, zuquinis y berenjenas a la parrilla. 200 metros al sur del Puerto Viejo. Tel.: 2 750 0530.
¿Dónde divertirse?
8. Sobre la playa, De Paso Restóbar, en Puerto Viejo, es un sitio popular entre viajeros. Ideal para comer algo rico y tomar unas cervezas viendo el atardecer. Depasorestobar.com
9. Koki Beach, en Puerto Viejo, está de moda. Jorge y Chris, sus dueños, son anfitriones perfectos. Kokibeach.blogspot.com.
10. Le Numu es el restaurante bar del nuevo y sofisticado hotel Le Caméléon. Cada 15 días, música en vivo. ¡Calipso!
Lecameleonhotel.com
Para ir a pasear
11. Centro de Rescate Jaguar: allí podrás ver a muchos animales de la selva de muy cerca.
12. Para hacer snorkel y kayak, visita Playa Punta Uva y disfruta de la playa perfecta. Puedes alquilar un kayak o un equipo de snorkel. Puntauvadivecenter.com
13. Cuando hay olas, tomar una clase de surf es obligatorio en Legalize it. [email protected]
14. Otra alternativa es hacer canopy: nueve plataformas aéreas y 14 en tierra. ¡Diversión asegurada! Terraventuras.com
En San José
Alquilar un auto en el aeropuerto es buena idea.
En bus, el viaje desde San José cuesta USD 20. Hay un servicio de puerta a puerta llamado Interbús. Al tomar un taxi, asegúrate de negociar el precio antes.
Moneda
El Colón. 1.000 CRC equivalen a USD 2. Se aceptan dólares en todos los establecimientos turísticos. Al billete de 1.000 Colones se lo designa como ‘un rojo’ por su color.
Idioma oficial
Español. El segundo idioma para una gran parte de la población es el inglés.
Electricidad
110 Volts.
Este y otros artículos de destinos puede encontrarlos en www.aviancaenrevista.com.