El fin de la recesión
Wednesday 22 September, 2010
Rafael A. Delgado Elvir
La Prensa, Honduras
Los analistas norteamericanos afirman que la recesión técnicamente ya fue superada. De diciembre del 2007 a junio del 2009 aseguran, la economía norteamericano cayó continuamente produciendo secuelas que la ubican como la recesión más larga después de la Segunda Guerra Mundial.
Desde los más altos niveles de decisión se alimentó y se defendió la creencia que los mercados se regulan por sí solos, que en la práctica significaba que se podía hacer cualquier cosa; que aunque lo que se estaba haciendo con los instrumentos financieros ponía en riesgo la economía, para eso estaba el gobierno, que ya vendría en ayuda de Wall Street si la burbuja estallara. En efecto, eso ocurrió: ante la debacle, se armaron los paquetes de rescate sin precedentes en la historia y que en resumidas cuentas vino a salvar a los bancos liberándolos de la carga tóxica, pero haciendo poco para reanimar la demanda y por una reforma sustancial del sistema financiero.
Por lo anterior, las noticias no son del todo esperanzadoras ya que también se constatan, que los efectos sobre el ciudadano trascienden ese período ante la ausencia de un repunte económico fuerte que señale en definitiva la entrada a una fase de crecimiento. Allí están los millones de norteamericanos que perdieron en los últimos dos años sus empleos y no han logrado reintegrarse al mercado laboral; otro segmento importante teme sea despedido próximamente ante las expectativas poco claras. Además, están los millones de ciudadanos que perdieron sus viviendas, y los que vieron reducidos sus ahorros y sus pensiones.
Aquí en Centro América y en Honduras debería preocuparnos esta situación ya que sabemos la estrecha relación entre el desempeño de EUA y de nuestra economía. Y cuando allá están en crisis, aquí la sentimos de inmediato y agravada. Además, cuando allá buscan salidas del atolladero, no son pocas las opiniones que abogan por medidas que en definitiva afectan a los más débiles dentro de ese país y a costa de las economías de otros países.