El ‘harakiri’ político de Martinelli
Martes 05 marzo, 2013
José A. Amador Velarde
La Estrella, Panamá
Para ser buen presidente de un país hay que tener: inteligencia, capacidad de análisis, integridad, personalidad, profesionalismo, educación, conocimiento de administración y rodearse de asesores calificados y sobre todo tomar las medidas apropiadas para beneficio de los gobernados, con programas y proyectos debidamente planificados. En pocas palabras, ser un ‘Estadista’. De las cuales, al actual al mandatario, le faltan algunas.
El presidente Martinelli, en su campaña presidencial hizo una gama de promesas, que según él, beneficiarían al pueblo y haría lo que en cuarenta años no habían hecho gobiernos anteriores. Lo más importante de sus promesas, fue ‘no permitiría que los ricos salieran más ricos’ y solo se podía ‘meter la pata’. Resulta que ha sido todo lo contrario.