Estados Unidos: enfoque en la región

En el ocaso de su administración, Barack Obama está tratando de resolver varios problemas de larga duración con respecto a América Latina.

El presidente de Estados Unidos quiere, por una parte, reformar la política de migración, al crear entre otros el derecho de millones de centroamericanos y mexicanos indocumentados de vivir y trabajar en Estados Unidos bajo el llamado estatus legal provisional, que a su vez puede conducir a la residencia permanente.

El gobierno anunció además el mes pasado un plan para invertir $1 mil millones para ayudar a América Central, principalmente para combatir pobreza y crimen en Guatemala, Honduras y El Salvador.

Por último, Obama restableció relaciones diplomáticas con Cuba, como parte de una serie de medidas que podrían acabar con un conflicto amargo que ya tiene más de 60 años de edad.

No hay certeza de que alguna de estas iniciativas prospere.

Un plan de ayuda centroamericana necesita la aprobación del Congreso.

La expansión de la reforma migratoria y de las relaciones con Cuba dependerán en gran medida de los resultados de las elecciones del próximo año.

Estas y otras medidas podrían ser frenadas si el nuevo presidente y legislatura son republicanos.

Incluso si un demócrata ganara la presidencia, parece probable que los republicanos controlarán ambas cámaras del Congreso.

En este caso la presidencia tendría un poder limitado para mejorar las relaciones con la región.

Por otra parte, las recientes iniciativas de Obama muestran que incluso en este caso, es posible seguir adelante.