Europa sigue en estado de coma, Panamá debe verse en ese espejo

María Lineth De Gracia
Panamá América, Panamá

La crisis que viven los países europeos se agudiza, las huelgas, los planes de rescate, los recortes de empleos, las diferencias en los gobiernos y pérdidas millonarias en algunas compañías siguen siendo la tónica en el viejo continente.

Solamente ayer Portugal vivió una huelga general que los sindicatos consideran como la más importante de los últimos 23 años. Se calcula que tres de cada cuatro trabajadores se sumó a la protesta.

Otro claro ejemplo de problemas es Italia, donde el primer ministro Silvio Berlusconi presentó su renuncia. Italia, la tercera economía más grande de la zona euro, estuvo cerca de la debacle cuando los rendimientos de los bonos a 10 años aumentaron sobre 7.6%, el nivel que llevó a Irlanda, Portugal y Grecia a buscar un rescate internacional.

El pánico se extiende en los mercados y alcanza hasta el que parece tener mayor protección ante la turbulencia. Curiosamente, una agencia de cable tituló ayer: “Alemania se está comprando un pasaje en primera clase en el Titanic”.

Esto haciendo referencia al hecho de que Alemania no pudiera atraer ofertas para todos los bonos que quería vender, lo que aseguran sugiere que los inversores se están volviendo más cautelosos para prestar, aun al país más digno de crédito de la eurozona.

Desde Panamá, la situación todavía se observa como alejada, pero las autoridades locales no han dudado en señalar que pueden darse bajas en la Zona Libre de Colón, el Canal de Panamá y los costos de las importaciones.

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