Grecia: paga costo degradante
Monday 27 February, 2012
Claudio M. de Rosa
La Prensa Gráfica, El Salvador
Como dudan de la capacidad de Grecia para cumplir este duro compromiso, le han impuesto condiciones que le hacen ceder su soberanía fiscal, buscando que su endeudamiento baje... un compromiso que irá más allá de quien gobierne.
Grecia obtuvo el paquete financiero de €130 mil millones (unos $175 mil millones), para evitar la suspensión de pagos, con lo que Europa evitó, por ahora, la ruptura de la eurozona. Este es el segundo rescate de la economía griega desde mayo de 2010, cuando el primero alcanzó los €73 mil millones. A esto se sumarán otros €100 mil millones que aportará la banca privada. En total, serán más de €300 mil millones y nada asegura que este sea el final, porque hay grandes dudas sobre el caminar financiero de Grecia, la cual ha sido obligada a pagar por su rescate un costo degradante, que se sintetiza en que “cedió su soberanía fiscal”, acción que se considera la mayor cesión que ha hecho un país en tiempos de paz.
En diversas ocasiones hemos dicho que “en economía no hay almuerzo gratis”: siempre alguien termina pagando. Y Grecia está pagando los excesos que vivió, con mayores impuestos, recortes de gastos –incluyendo algunos sociales que no son sostenibles–, disminución de la planilla de sueldos, de pensiones y de salarios de los altos funcionarios. Pero la historia no termina aquí.
Como dudan de la capacidad de Grecia para cumplir este duro compromiso, le ha impuesto condiciones que le hacen ceder su soberanía fiscal, buscando que su endeudamiento baje hasta alcanzar niveles “sostenibles”, eso es, el 120% del PIB en 2020. Es un compromiso que irá más allá de quien gobierne.
El sector privado también está participando en este esfuerzo para financiar a Grecia, porque el vacío financiero helénico terminó siendo mayor a lo esperado, mientras que la recesión –que lleva cuatro años– es más profunda de lo que se creía.
Los países que están aportando al paquete financiero de rescate le han demandado a Grecia la apertura de una “cuenta bloqueada”, para asegurarse que el dinero recaudado primero se destine a pagar intereses y el principal de esta deuda, antes de utilizar un centavo para pagar las facturas, los salarios y las pensiones. Además, se ha nombrado una troika (alianza de tres personajes o entidades, que se unen para dirigir una entidad o llevar a término una misión) en representación de los acreedores. Esta instancia, con características de supervisor policial, estará conformada por un miembro de la Comisión Europea, otro del Fondo Monetario Internacional y el tercero del Banco Central Europeo.