Incremento de la deuda
Thursday 22 September, 2011
Méndez Vides
El Periódico, Guatemala
El último regalo que va a dejarnos el Gobierno de Álvaro Colom en su despedida es un prestamito de Q1.215 millardos para cumplir las demandas de los aumentos de salario exigidos por los empleados públicos. Es decir, una suma que se disolverá en gastos y comprometerá el futuro de la nación, pero como quien paga es la figura abstracta del Estado, a nadie parece preocuparle el endeudamiento sin control iniciado por la UNE después de la estabilidad garantizada por Oscar Berger, y hasta están satisfechos los funcionarios ingenuos porque otros países deben más.
Hagamos la comparación con un hogar común y corriente donde los padres organizan el presupuesto acorde a sus ingresos, y veremos que ante la necesidad hay al menos dos formas de actuar, primero con austeridad, amarrándose el cincho y gastando únicamente lo que se gana, y segundo endeudándonos, lo cual solo es admisible si se invierte en algo que produzca beneficios para poder enfrentar el retorno más adelante. Los hijos también podrían organizarse como empleados del Estado para exigir a sus padres más dinero para ropa, fiestas, salidas y demás frugalidades o verdaderas necesidades, pero la autoridad responsable los frenará, porque hacerles caso significaría la ruina. Igual es con la cosa pública, y por eso ante el Tiempo de Solidaridad que nos ha dejado la patria en prenda con los bancos, urge le suceda un Tiempo de Austeridad.