Juventud sin chamba

Alfred Kaltschmitt
Prensa Libre, Guatemala

Eliminar el analfabetismo es una necesidad, pero educar para acceder a un ingreso digno, una obligación. Para casi la mitad de los jóvenes de nuestro país, especialmente del interior, el futuro es sombrío y para nada sonriente. Según los datos del PNUD del 2011, el 53% de jóvenes de 15 a 24 tienen trabajo, pero de ellos solo el 14 por ciento está empleado formalmente; el resto no tiene contrato ni derechos laborales. Es decir, trabaja en el mercado informal, informalmente.
Cuando uno les pregunta a los jóvenes la razón de estudiar, la respuesta generalmente es “conseguir empleo”. Desean obtener ingresos a cambio de sus servicios. ¿Pero, cómo se pueden remunerar los servicios de un joven que no tiene educación (55%), o que solo tiene algunos años de primaria (26%), o que solo tiene primaria (5%), o que apenas cursó algunos años de secundaria (5%). O si son de ese minúsculo 2.9 por ciento que finalizó la secundaria? Difícil.

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