La arrogancia de EU contra el mundo

Belisario Herrera A.
Prensa.com, Panamá

En la tranquilidad de mi hogar, muchas veces he meditado en las numerosas injusticias que las administraciones estadounidenses cometen contra numerosos países; ejemplo de ello fue el comportamiento colonialista que entronizaron en parte importante de nuestro territorio por casi 100 años, del que, afortunadamente, pudimos liberarnos, luego de incontable sacrificios y fieros enfrentamientos con la bota extranjera, en los que hubo mucha sangre derramada y tras el logro hecho realidad de los Tratados Torrijos-Carter.

Esta arrogancia del gobierno más poderoso del planeta a la que me refiero es cruel, en grado sumo, en el caso de Cuba; ello a pesar de que en las sesiones que anualmente se realizan en la Asamblea General de Naciones Unidas, una mayoría cada vez más creciente, condena el bloqueo comercial y financiero que Estados Unidos mantiene contra ese país, en desafío a la comunidad internacional. Así quedó de manifiesto en la última sesión, en la que únicamente Estados Unidos a Israel votaron en contra de dicha resolución de repudio al bloqueo contra Cuba.

Este “hago lo que me da la gana” de los gobiernos de Estados Unidos, está demostrado, además, con el encarcelamiento injusto de cinco patriotas cubanos que se infiltraron en Miami –en las organizaciones terroristas– para poner al descubierto sus macabros planes contra Cuba.

Esto les ha valido, en consecuencia, el castigo de las autoridades norteamericanas, máxime cuando el Gobierno de Cuba dio cuenta de lo que se había descubierto al FBI. Sin embargo, en vez de investigarse las denuncias hechas, los cinco patriotas cubanos, cuya intención era hacer el bien por la humanidad, permanecen detenidos desde hace más de 12 años y sus procesos son llevados de un tribunal a otro, en vista de un manejo político amañado, en el que no han faltado periodistas mercenarios de ese país, pagados por el propio Gobierno norteamericano, para que hagan coro en la dirección injusta de sus intenciones.

Pero de lo que se trata es de un abierto desafío a la opinión pública internacional, porque en estos largos años en que los cinco patriotas cubanos han permanecido detenidos y condenados a largas penas, incluso a dobles cadenas perpetuas, como si se tratara de los peores criminales, no se vislumbra –hasta la fecha– una intención de rectificación por parte de las autoridades de Estados Unidos, pese a la creciente solidaridad internacional que se manifiesta a favor de tales prisioneros, en numerosos países.

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