La crisis económica global y Centroamérica
Monday 28 November, 2011
Oscar-René Vargas
El Nuevo Diario, Nicaragua
El Banco Mundial dijo que los países de la región centroamericana deben prepararse para una larga crisis europea, que ya empieza a contagiar a otras regiones, y a pensar en soluciones en el mediano plazo. A diferencia de la sorpresiva crisis desatada por la quiebra de Lehman Brothers en el 2008, la crisis de deuda en Europa avanza relativamente despacio y los remedios pueden tomar tiempo, dijo la directora ejecutiva del Banco Mundial, Sri Mulyani Indrawati. “Esto no va a ser corto. Todo el mundo espera que la situación de debilidad de la economía europea vaya a ser bastante larga porque el ajuste será muy severo y significativo”, sostuvo la funcionaria del Banco. En el corazón de sus ideas se encuentra el tema de cómo reforzar su crecimiento económico estimulando la demanda interna ante la onda expansiva de la crisis europea. “Puedes ver que hay un contagio al menos en términos de percepción y confianza, pero también puede verse en términos de movimientos de capital (…) y en segundo lugar, en el comercio, tanto en términos de valor nominal como de volumen”, dijo Indrawati.
En la región centroamericana la crisis económica está produciendo un empeoramiento de los niveles de salud de la población de clase media y de escasos recursos. La calidad de vida ha empeorado debido, sobre todo, a que sus ingresos económicos son menores y a que su salud se ha deteriorado. Los problemas de estrés, ansiedad e insomnio ocupan un lugar destacado entre los motivos de este empeoramiento y los atribuyen a la crisis económica.
Hay una relación directa entre la crisis económica y la salud pública. La reducción de poder adquisitivo se acompaña de problemas en el acceso a los alimentos o al consumo insuficiente o inadecuado de los mismos, lo que lleva a situaciones de desnutrición u obesidad sobre todo en niños, adultos mayores, mujeres embarazadas o lactantes o personas con enfermedades crónicas como la diabetes.
El más reciente reporte del índice mundial de alimentos, integrado en el “Food Watch” del Banco Mundial, muestra que entre septiembre de 2010 y el mismo mes de 2011, el precio internacional de alimentos de consumo básico como los frijoles y el maíz, se han incrementado más de 40%.