La escuela agrícola y el nuevo profesional
Wednesday 08 December, 2010
Eloy Ortega Souza
El Heraldo, Honduras
Las escuelas agrícolas deben comprometerse a generar talentos, conocimientos y valores; debe comprender la libertad académica y la importancia de dar valor agregado a la tradición y transmitirla; llevar investigaciones de primer nivel sobre la vida rural y la calidad de la sociedad agrícola.
El volumen creciente de información y sus fuentes, los avances en la tecnología de los sistemas de información y comunicación, y un ambiente altamente competitivo, son indicadores de la necesidad de un nuevo perfil profesional de las ciencias agrícolas.
Además, la práctica profesional en las circunstancias actuales requiere un personal más seguro de sí mismo, independiente y no formado para trabajar en un ambiente estático y burocratizado, que destruye la iniciativa y anula la creatividad.
La propuesta de un currículum acordado y graduable a las necesidades cambiantes del presente, no puede hacerse divorciando su contenido y su práctica de los temas y los objetivos de las áreas agrícolas y ambientales, específicamente la investigación y extensión agrícola, el desarrollo agropecuario sostenible; el uso racional de los recursos naturales; educación ambiental; comunicación oral y escrita; manejo de la tecnología moderna de la información y comunicación, entre otros.
La formación académica exige un gran esfuerzo tendiente a modificar con mayor frecuencia los programas educativos, un cambio en la manera de interpretar la naturaleza, una nueva manera de pensar, una actitud diferente y la promoción del desarrollo de la capacidad creativa. El mercado laboral se ha globalizado; por tanto, la competencia no es solo en el nivel local, cuanto mejor preparado esté el profesional agrícola para competir más fácil será conseguir empleo o triunfar como profesional.