La política del oro

Centroamérica tiene mucho oro, cuyo precio se ha más que triplicado en los últimos cinco años.

La región también cuenta con importantes yacimientos de otros metales como plata, níquel y cobre, cuyos precios también han aumentado de forma significativa.

El resultado ha sido que las empresas mineras están interesadas en la región, donde seis minas funcionan actualmente, y otras 20 están en proceso de exploración. Otros nueve proyectos han sido suspendidos, principalmente en El Salvador y Costa Rica, como resultado de la presión de grupos ambientalistas.

El conflicto entre mineros y ambientalistas ni respeta las fronteras nacionales, ni las políticas. El gobierno de Nicaragua, por lo general considerado como de izquierda, da la bienvenida a los mineros, al igual que los de Panamá y Honduras, por lo general vistos como proempresariales. Estos países deben tener en cuenta el posible impacto ambiental de las operaciones mineras.

Por otro lado, los proyectos mineros deben producir suficientes ingresos para que los gobiernos paguen por supervisión medioambiental de primera calidad. Además, Guatemala ha insistido en que las empresas mineras paguen regalías más altas por el mineral que producen, teniendo en cuenta los altos precios internacionales. Por su parte, El Salvador y Costa Rica tienen el derecho de rechazar este tipo de extracción. Del mismo modo, deben aceptar las consecuencias financieras de su decisión.