Mega-proyectos de Nicaragua en lista de espera

El canal entre el Pacífico y el Atlántico, que requiere de $30 mil millones, no es el único mega-proyecto de Nicaragua.

Por lo menos hay dos más en la lista de espera sin arrancar. Uno es la refinería Supremo Sueño de Bolívar con una capacidad que --a pesar de su nombre-- todavía no despierta.

Se queda entre los pendientes de la ayuda internacional venezolana para la región.

Otro es la construcción de un puerto profundo en Monkey Point sobre la costa Altántica, y un ferrocaril que se uniría con el Pacífico. El puerto necesitaría una inversión de unos $300 millones; unos potenciales inversionistas coreanos han visto el lugar, pero no ha habido ningún estudio mucho menos un proyecto en firme.

El ferrocarril se calcula que costaría unos $52 millones. A principios de este año, una delegación rusa visitó Nicaragua y anunció su interés en el proyecto. Tampoco, sin embargo, ha habido nada en concreto.

Los mega-proyectos han dividido tanto la opinión pública como de los académicos de Nicaragua. Por ejemplo, algunos estiman que Monkey Point sería vital para las aspiraciones comerciales del país.

Otros, como dijo el sociólogo Cirilo Otero, piensan que los mega-proyectos representan un error histórico. “Lo primero que debe hacer un país coherente e inteligente es desarrollar el mercado interno," dijo Otero al periódico La Prensa.