Nubarrones en las empresas públicas
Miércoles 25 abril, 2012
Edgar Balsells
La Hora, Guatemala
La historia de los últimos cien años nos muestra que cuando diversos servicios de utilidad pública dejan de ser rentables, o se les ha ordeñado lo suficiente por parte de operadores privados, sencillamente se dejan, como a un anciano abandonado, frente a la puerta grande del Congreso o de la Casa Presidencial, para que vean qué hacer con lo que queda.
Así pasó con la empresa eléctrica y la IRCA en los 70, o recientemente con el pago de Q25 millones para 2,400 jubilados de Guatel, quienes fueron parte de los actores perdedores de las jugosas privatizaciones de mediados de los años 90.