Nueva administración, viejas políticas

Una abrumadora mayoría de los votantes latinoamericanos en Estados Unidos respaldaron a Barack Obama en las elecciones de la semana pasada.

Sin embargo, América Latina fue casi totalmente ignorada durante la campaña presidencial, lo que hace difícil imaginar que el hemisferio será un foco importante de la segunda administración de Obama.

Entre las cuestiones que se refieren a América Latina, están la guerra contra las drogas, migración, Cuba y el libre comercio, en relación con el cual Estados Unidos parece estar interesado en una ampliación de los acuerdos existentes con los principales socios, como Brasil y Chile, y no mucho más.

En cuanto a la guerra contra las drogas, no es probable que haya mucho cambio, a pesar del hecho de que, como muchos centroamericanos señalan, Estados Unidos proporciona el principal mercado para las drogas ilegales, mientras que Centroamérica contribuye con las armas y la violencia.

Uruguay recientemente decidió legalizar la marihuana, y el presidente de Guatemala, Otto Pérez, ha respaldado una propuesta similar.

Pero los líderes de la mayoría de los demás países centroamericanos se oponen a la liberalización, al igual que Enrique Peña Nieto, el presidente electo de México.

En relación con la inmigración, Obama con el apoyo de algunos republicanos, apoya eliminar varias restricciones, en particular la Ley del Sueño (Dream Act), que permitirá a muchos migrantes ilegales jóvenes tener acceso a la educación superior en Estados Unidos.

Además, las autoridades norteamericanas en los últimos años han hecho más fácil para los mexicanos visitar y trabajar temporalmente en EE.UU.

Otra oportunidad para Obama sería la reconciliación con Cuba, cuyo liderazgo por su parte, podría estar listo para introducir importantes reformas económicas.

Una economía revitalizada cubana podría competir con Centroamérica, en agricultura, turismo y otros sectores. La gigante constructora brasileña Odebrecht, ya está construyendo un puerto de contenedores y una zona franca industrial en Mariel, cerca de La Habana.

Por otra parte, Cuba podría ser un importante mercado nuevo para los exportadores centroamericanos.

Los presidentes de Estados Unidos en el pasado han sido reacios a alienar a los exiliados cubanos en Florida, muchos de los cuales continúan exigiendo un tratamiento duro para el régimen cubano, todavía presidido por los hermanos Castro. Pero los exiliados pueden estar empezando a cambiar su actitud. En las elecciones de la semana pasada, la mayoría de los cubano-americanos en la Florida por primera vez votó por los demócratas.