Nuevamente el petróleo
Wednesday 12 January, 2011
Rafael A. Delgado Elvir
La Prensa, Honduras
El aumento en los precios del petróleo y sus derivados es nuevamente la noticia del momento. Desapareció como noticia para muchos en el recién pasado reciente, cuando después de alcanzar precios históricos altísimos en el 2007 y 2008, que sometían al país a innumerables problemas, el petróleo cayó y el país volvió en términos generales a su agenda diaria de seguir administrando la pobreza y el derroche.
Para los más desinformados, lo peor había pasado y se entraba nuevamente a la normalidad; en su limitada visión, se había superado un problema coyuntural ya que petróleo hay suficiente como para hablar de un mundo diferente. Para los que se benefician del status quo, lo mejor venía ya que la presión del precio había desaparecido y nuevamente las energías renovables dejaban de ser competitivas ante un precio del petróleo nuevamente a la baja.
Ahora, nuevamente cuando los analistas especializados hablan de una tendencia clara hacia el encarecimiento del crudo y sus derivados el ajetreo resurge, con lo cual comenzará el país una vez más buscando reaccionar ante los eventos que transcurren mucho más rápido que cualquier decisión improvisada del sector público y privado. Sin embargo, vale mencionar que se ha desperdiciado valioso tiempo en el que no se ha observado ninguna intención clara y sistemática por la urgente reconversión productiva del país, manteniéndose el país en una economía devoradora de estos hidrocarburos.
La dependencia del sistema económico respecto a los hidrocarburos ya viene manifestando señales suficientes para entender que los beneficios no están en ninguna relación con los enorme daños actuales y futuros que esto ocasiona. Crecer sobre la base de quemar hidrocarburos y de paso de manera ineficiente, de acuerdo al espíritu de las conclusiones científicas recientes, nos conducirá a acercarnos a situaciones que pondrán en peligro a millones de personas. Los trastornos de ecosistemas enteros y el cambio climático que el mundo entero ya vive, es en gran medida producto de lo anterior: del ser humano y consecuencia directa de la economía basada en la utilización de hidrocarburos.