Para salir de esta honduras
Wednesday 24 November, 2010
Róger Martínez Miralda
La Prensa, Honduras
Una tarea urgente que el Gobierno y la gente honrada de este país debe acometer es la búsqueda de soluciones factibles al estado de postración en que permanece su desarrollo cultural. Así como van las cosas, va a pasar por lo menos otra década y seguiremos lamentándonos de la falta de calidad en nuestro sistema educativo.
En Honduras, además de la cantidad de días de clase que se pierden, tampoco se conoce a ciencia cierta la calidad de los egresados de los niveles primario y medio, porque no hay un sistema de medición que nos permita evaluar el trabajo docente a través del aprendizaje de los estudiantes.
De vez en cuando, como solitario fuego de artificio, un muchacho obtiene altos resultados en alguna prueba internacional y nos damos por satisfechos y pensamos que las cosas andan mejor de lo que pensábamos, cuando la realidad de la mayoría de los alumnos es totalmente otra.
El primer año es dramático. Con excepción de dos tres escuelas, guías técnicas o de ensayo por cierto, los jovencitos procedentes de distintas escuelas oficiales presentan muy serias deficiencias en lengua y matemática: la ortografía y la redacción suelen ser pésimas y apenas hay dominio de operaciones numéricas básicas.
Si así están las cosas en la capital, ¿cómo estarán en el resto del país? De ahí que, para salir de estas honduras, es necesario que se reforme o se interprete adecuadamente la Constitución de la República para que la iniciativa privada tenga la posibilidad de formar docentes, como ya sucede en otros países de Centroamérica y ha sucedido siempre en tantos otros países de la región y el mundo.