Peña Nieto gana, pero sin cheque en blanco
Monday 08 June, 2015
México ha emitido su veredicto a la mitad de los seis años del gobierno de Enrique Peña Nieto, cuyas reformas económicas han sido aplaudido constantemente por la comunidad international financiera.
El partido gobernante, el PRI, con el 80 por ciento de los votos escrutados, mantiene la mayoría simple y, posiblemente, está en condiciones de controlar la Cámara de Diputados con el apoyo de sus tradicionales aliados.
Este resultado, de confirmarse, supondría un respiro para Peña Nieto, a quien los escándalos inmobiliarios y la tragedia de Iguala habían colocado contra las cuerdas.
Pero salvarse de un humillante castigo no implica ningún cheque en blanco. Su partido ha sufrido un sensible retroceso y en el horizonte ha emergido un factor disruptivo: Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco.
Este antiguo priista ha logrado quebrar con una candidatura independiente el imperio de los partidos tradicionales y convertirse en gobernador de Nuevo León, el segundo estado más importante de México.
Su triunfo, con una participación masiva, es un desafío para un sistema cada día más cuestionado.
A primera vista, el tablero político conserva el equilibrio de fuerzas tradicional: el PRI, ocupando el primer lugar con mayoría relativa, por detrás el PAN (derecha) y en el tercer puesto el PRD (izquierda).
Pero esta estabilidad es solo aparente. Ninguno de los tres partidos ha salido bien librado.
El desgaste alcanza a todos y pone sobre la mesa el hartazgo del electorado, el mensaje quizá más profundo de estas elecciones, según el análisis de diario español El País.