Política exterior o palos de ciego
Monday 26 September, 2011
Amílcar Santamaría
La Prensa, Honduras
Las más recientes decisiones del ciudadano Presidente de la República llamarían a risa si no tuvieran consecuencias complejas. Esto es particularmente válido en lo que se refiere a la política exterior del país, donde los yerros y despropósitos se suceden a granel.
Cuando comenzó la administración, el gobernante nombró en la titularidad de ese despacho a un político relativamente joven, formado en el mundo de la iniciativa privada y quien no tenía un ápice de experiencia en relaciones internacionales.
Al margen de los talentos, reales o supuestos que pudiera mostrar, era un total aficionado en las complejidades de la vida diplomática, y si bien trató (y a veces logró) ser prudente y sensato, su total falta de conocimiento y pericia resultaron evidentes.
Hace pocos días, el mandatario resolvió que el secretario de Relaciones Exteriores “no llenaba sus expectativas” (así lo dijo un vocero oficial) y nombró en su lugar, aunque usted no lo crea, a otro aficionado.
El nuevo responsable de ejecutar la política exterior no ha trabajado jamás en ese ámbito. No tiene credenciales académicas en el oficio y jamás ha ejercido ninguna función diplomática.