Presidente indignado
Thursday 01 September, 2011
Tulio Mariano González
El Heraldo, Honduras
Tiene razón el presidente de la República, don Porfirio Lobo, de sentir una mezcla de exasperación, enojo e indignación por la apatía, displicencia e insensibilidad de sus ministros que no mueven la lengua ni siquiera en defensa propia, peor levantar su voz a favor del gobierno que los convirtió en personas de sociedad.
Nadie espera que se comporten honorablemente o irradien capacidad y eficiencia, sería demasiado soñar; apenas se les pide un poquito de habilidad para comunicarse.
El gobernante empezó a decepcionarse de sus consentidos funcionarios por llegar tarde o no asistir a las "trascendentales" tertulias de los martes denominadas Consejos de Ministros, luego la irritación fue por dejarlo hablando solo mientras ellos bostezan, envían mensajitos o secretean con el vecino; el siguiente enfado se debió a la pobre ejecución presupuestaria o incumplimiento de las metas. La lista de reproches y amonestaciones es frecuente e interminable.