Reforma electoral sin engaños

Rafael Castellanos
La Prensa Gráfica, El Salvador

Celebramos el 19.º aniversario de los Acuerdos de Paz, el final de la guerra entre dos contendientes en un país dividido. No era simplemente finalizar un conflicto armado, sino poner las bases de una democracia moderna en un país que nunca la vivió. El desgaste y sufrimiento de un país demanda que el compromiso se cumpla, no defraudar tanta muerte y sufrimiento, la destrucción masiva del país.

Estamos en un momento crítico para la democracia que se ofreció al país en la firma de los acuerdos, el cumplimiento de la resolución de la CSJ sobre la forma de elegir diputados. Esta no es una decisión cualquiera para la Asamblea, es una extremadamente importante para la población, que desaprueba a los diputados y a los partidos y que puede ser si lo hacen mal, como parece que va, un punto de inflexión peligroso que se ha dado en otros países.

Cuando la mayoría deja de creer en los partidos tradicionales, se aburre, cambia a un desconocido y vota para sacudirse la tiranía de los partidos y al final, los que tenían secuestrada la política, creyendo que podían seguir así para siempre se acaban, aparece un Chávez, un Bucaram y se acabó el sistema como se conocía, los partidos que dominaban abusivamente, pero también a los países como se conocían. ¡Qué tristeza!

Estamos en ese peligro, los diputados y los altos dirigentes de los partidos políticos grandes, ARENA y el FMLN, deben meditar muy bien lo que hacen, por hoy siguen siendo las dos fuerzas dominantes, pero si se equivocan grande en la resolución de las listas abiertas, se burlan de todos y con una maniobra ofensiva hacen como que cumplen, pero mantienen siempre el control de los diputados, pueden pasar como el PCN y el PDC en su momento, de poderosos totales a poco relevantes. Aunque cuando se está en el poder hay que ser muy sabio para verlo.

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