Reguémosla en el 2011
Wednesday 19 January, 2011
Kenneth Rivera
El Heraldo, Honduras
Resulta irónico que la Organización de las Naciones Unidas en su informe mundial brindado en París haya incluido a Honduras entre las naciones en riesgo de “crisis alimentaria”, ya que somos un país agroforestal que está subutilizando su potencial de 400,000 hectáreas de cultivo en los valles del Guayape, Jamastrán, Aguán, Comayagua, Lean, Choluteca, Azacualpa, Nacaome y otros 9 potenciales valles productivos.
Esto, tomando en cuenta que desde hace 90 años, cuando se inició el riego en las grandes plantaciones bananeras de la Costa Norte en los ríos Ulúa, Aguán y Chamelecón, únicamente se han incorporado unas 90,000 hectáreas de riego, mediante un esfuerzo del 90% por la empresa privada y 10% del Gobierno.
Aún cuando la naturaleza ha bendecido a nuestra nación con una inmensidad de agua equivalente a 1,880 milímetros de precipitación anual, lo que representa 96,000 hectómetros cúbicos de recursos hídricos al año, hasta la fecha solo estamos usando 2,000; esto significa que se están perdiendo permanentemente en el mar millones y millones de metros cúbicos de agua, la que bien utilizada podría impulsarse de una vez y por todas el desarrollo sostenible del país, no solo para irrigar nuestros campos labrantíos, sino también para producir energía eléctrica que se podría vender a toda Centroamérica, México y Colombia.
Aprovechemos entonces nuestro potencial de cultivos, ya que hace tan solo tres décadas nos habíamos convertido en el granero de Centroamérica, para lograr producir más de diez mil toneladas métricas de hortalizas, papa, granos básicos, frutales y otros cultivos, ampliando también las actuales exportaciones de café, banano, melón, piña, sandías y reduciendo las importaciones de cultivos que ahora hacemos desde Guatemala, Estados Unidos y otros países vecinos.
Mejoremos la infraestructura existente en las 70,000 hectáreas cultivadas por las compañías cañeras, bananeras y agroexportadoras, impulsemos las 10,000 hectáreas cultivadas por los pequeños, medianos y microempresarios y ampliemos las 10,000 hectáreas que comprenden los diez distritos riego que ahora tenemos.