Saquémonos de la cabeza

César Indiano
La Prensa, Honduras

Saquémonos de la cabeza que debemos contar con los políticos para rectificar todas las formas de crimen y pobreza que nos atan.

Contemos no más con la mediación del obrero digno, con la tarea del ciudadano bueno y con el gesto del hombre noble.

A cuenta de qué Pepe Lobo podría comprometerse con la gente, este hombre al igual que todos los demás que un día tuvieron la oportunidad de modificar las cosas haciendo uso decente del poder, solamente dejará para la posteridad una gigantesca estela de crímenes y el recuerdo perdurable de su insoportable cinismo coloquial, espantoso, ofensivo.

Saquémonos de la cabeza que alguno de los mil candidatos que ahora se ofrecen para gobernar la patria empobrecida y criminalizada, tiene la idea y la sensibilidad correctas.

Todos, sin excepción, han sido graduados con honores en la escuela del error. Todos vienen de la universidad del fracaso o se doctoraron en la academia de los acomplejados. Todos vendrán a repetir, en las mismas tarimas de siempre –con los mismos altavoces de lata carcomida– las viejas consignas de una prosperidad mentirosa y los lemas ociosos de una bonanza infame. Todos hablarán hasta por los codos sobre cosas que no conocen a fondo y sobre soluciones increíbles a cerca de problemas inventados.

Saquémonos de la cabeza que la salida vendrá de los políticos. Saquémonos de la cabeza el auto elogio, la lástima, la caridad, la mendicidad y la bondad prefabricada. Saquémonos de la cabeza el inútil servilismo hacia los gobernantes y no atendamos todas sus invitaciones a fanfarronear.

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