Superficial naturaleza de las iniciativas de seguridad
Wednesday 18 May, 2011
Carlos Ponce
Elsalvador.com, El Salvador
El gobierno debe dejar atrás las medidas antidelincuenciales ilusorias, cuyo efecto se reduce a mejorar mínimamente la opinión pública sin afectar de forma significativa la invencible dinámica criminal que agobia a la ciudadanía. El aparato de seguridad ha sido incapaz de frenar la ola delincuencial desatada durante los últimos dos años.
Los homicidios alcanzaron niveles más altos en la última década (y se mantienen con esa tendencia), los secuestros se han incrementado y las pandillas son los actores clave del narcotráfico transnacional. Esto ha sido posible, en parte, debido a que las medidas impulsadas por el Ejecutivo y su actual gabinete de seguridad, han carecido de los elementos técnicos que les permitan tener un efecto permanente sobre la incidencia criminal.
Según afirman las autoridades, la mayoría de homicidios cometidos en El Salvador son perpetrados por pandilleros y, en los últimos años, las escenas de sus ilícitos indican que existe un alto grado de planificación y antelación, en donde los agresores tienen la oportunidad de seleccionar el arma y crear las circunstancias propicias para asegurar las mejores probabilidades de éxito para la consecución de su cometido.