Un acto de electrocución
Tuesday 25 October, 2011
Jorge Ramos
La Prensa, Honduras
Las facturas por el consumo eléctrico se han disparado y no hay respuesta a los reclamos de los clientes, sin justificación su costo se ha multiplicado golpeando aún más la economía familiar, de la micro y mediana empresa. Por las grandes empresas no nos preocupamos porque, tal como se demostró con la publicación de la lista de los grandes deudores de la ENEE, muchos de ellos tienen el privilegio de estar exentos de pago.
Con la compra de los 50 Megas de electricidad que realizaría el Estado, y contra la cual se manifestó toda la sociedad hondureña por demostrarle a las autoridades que esa adquisición era innecesaria, la respuesta del gobierno fue espectacular, se hace lo que ellos dicen y punto, así que para castigarnos y demostrarnos quien es el que manda aquí, contra viento y marea, y contra la voluntad del mismo soberano, se compró los 50 megas y, como si fuera un emocionante juego de póquer, van 50 más, en total se autorizó la compra de 100 megas.
El Gobierno anda buscando de donde sacar impuestos y está bien que todos los hondureños paguemos pues Honduras es de todos y de todos es la responsabilidad de sacar a nuestra Patria adelante, lo que no está bien es que nuestros empleados se estén gastando los pocos dineros que logramos ahorrar en innecesarios viajes con una gran cantidad de amigos para ir a saludar a cuanto personaje exista en el mundo, así que habrá que enseñarles principios básicos de administración a nuestros administradores de los bienes públicos. Un principio básico es que nunca se debe gastar más de lo que se gana; nunca te endeudes si no puedes pagar; y el más importante es que en tiempos de crisis los estadistas reducen los gastos, mientras que los déspotas aumentan los impuestos.
Pero volviendo a la ENEE, además de facturar la energía eléctrica a precios injustificados, resulta que las generadoras térmicas están exentas de pagar 3,000 millones de lempiras al año, según el estudio “Temas y opciones del sector energía” presentado por el Banco Mundial. Así que mientras las generadoras térmicas van a gozar de ganancias extraordinarias, el pueblo está siendo electrocutado.