Un receso legislativo hasta el 2014

Mireya Lasso
La Estrella, Panamá

Gente sensata reacciona con vergüenza, decepción, cólera o sarcasmo ante las conductas poco edificantes de ciertos diputados. Debido al fastidioso comportamiento ya habitual, muchos ciudadanos proponen aplicarle a la Asamblea medidas radicales —’prenderle fuego’—, porque perciben un sólo derroche de gastos inútiles y leyes de pobrísima calidad que, la mayoría del tiempo, únicamente sirven para alarmar y preocupar a quienes podríamos vernos afectados. La causa de estos males es el atrofiado concepto que tienen los diputados sobre su legítima función legislativa y fiscalizadora, distorsión que atenta contra la institucionalidad de nuestra democracia y no resuelve los problemas cotidianos del pueblo. De eso no hay la menor duda, digan lo que quieran decir.

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