Una tormenta que no tiene nombre
Tuesday 25 October, 2011
Las tormentas que han azotado a América Central en estos días no representan un fenómeno casual, ni mucho menos pasajero. Según los expertos de las Naciones Unidas, forman parte de una tendencia: las tormentas del futuro serán cada vez más frecuentes, y probablemente de mayor envergedura, como resultado del cambio climático.
Pero cualquier tendencia negativa puede ser revertida, o por lo menos combatida. Los accidentes de la geografía tienen muy poco remedio. Sin embargo, los errores y defectos políticos y el desarrollo económicos si se pueden corregir.
El presidente salvadoreño, Mauricio Funes ha comentado que esta tormenta no tiene nombre, a diferencia de los ciclones, como el “Mitch”. Por ser tan anónimo, "la comunidad internacional tampoco ha puesto los ojos sobre nosotros".
Tiene razón, pero la comunidad internacional únicamente puede ayudar, más no resolver los problemas internos de América Central. El clima, como el comercio y la justicia, es un reto que el istmo tiene que resolver en común.
"Las grandes potencias siempre han preferido negociar individualmente con cada país, pero lo que nos conviene a nosotros es negociar en unión", ha dicho Francisco Darío Lobo, presidente de la Corte Centroamericana. Dividida, agregó, Centroamérica no tiene ningún peso ante la comunidad internacional. Tampoco ante la naturaleza, pudo haber rematado.