Ventajas y desventajas del turismo en salud

Dr. Eddy Zepeda Cruz
El Nuevo Diario, Nicaragua

“¿Ha habido alguna vez en que el fin haya justificado los medios utilizados?”. Maquiavelo modificado.

Recientemente se publico un reportaje en un diario local sobre los beneficios que reporta al país el “negocio” que significa lo que llaman “turismo de salud”. Estando en el medio o ambiente de salud, creo tener algunos elementos de reflexión que podrían ser considerados, basado en la experiencia de los últimos 21 años.

¿Qué ha significado el denominado sistema de Empresas Medicas Previsionales?, una especie de pseudo privatización de la salud, utilizando los recursos financieros públicos (aportes de la masa trabajadora que aporta a la seguridad social) para enriquecimiento de unos pocos comerciantes de la salud). De allí que es fácil explicar cómo, en un periodo tan corto como 3-5 años surgieron verdaderos emporios comerciales y de enriquecimiento no tan licito.

Hablar de turismo en salud pareciera hablar de desarrollo, pues imaginamos que ya existe capacidad de diversificar la exportación de algunos bienes y servicios para generar “divisas” con la venta de este tipo de mercancías. ¿Para beneficiar a quien o a quienes?, y también, ¿a costa de que o quiénes?

Para quien conoce nuestro débil sistema de salud pública y privada, en el marco de Regulación, no es nuevo saber que la mayoría, por no existir la verdad absoluta en nada, de los éxitos obtenidos por los eficientes gerentes de salud privados (y también NO privados) son gracias a los aportes generosos del Instituto de Seguridad Social (INSS), con sus aportes por cada trabajador, sea o no atendido.

A manera de ejercicio mencionaremos a la Empresa “X”, con una masa de asegurados de 50,000 trabajadores activos, que cotizan mensualmente, por los cuales reciben más de C$ 300 mensualmente, asistan o no a demandar algún tipo de servicio. La cantidad resultante de dicha multiplicación ni siquiera alcanza en la pantalla de una calculadora ordinaria. Quizás podamos entender entonces de donde ha salido la mayor parte del éxito de dichas empresas. Y, la calidad en la atención en dichas empresas es inversamente proporcional a sus ganancias. A mayor ganancia, peor calidad.

¿Quién controla este desastre de atención?...nadie, partiendo del hecho que existen intereses creados (Jacinto Benavente) que imposibilitan hacerlo a quienes tienen la potestad de hacerlo.

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