Volatilidad financiera y menjurjes ideológicos

Segisfredo Infante
La Tribuna, Honduras
En una cosa coinciden los expertos de las altas finanzas internacionales, y es que el “sentimiento” que se percibe, en estos momentos, en el interior de los mercados mundiales, especialmente europeos y norteamericanos, es de “extrema volatilidad”.

En tales coincidencias algunos recurren a extrañas metáforas filosófico-económicas. Hablan, por ejemplo, del “pensamiento” de los mercados financieros, olvidando que son los hombres y mujeres los que piensan respecto de las cosas del mundo circundante.

El resultado lógico concreto de tal ideología ha sido, en las últimas tres décadas, la desregulación extrema de los susodichos mercados de valores que han desembocado en una crisis descomunal, sin puertos ni orillas en el horizonte.

Al grado que los europeos que parecían haber sorteado con algún margen de éxito la problemática reciente, hoy navegan en el escepticismo bancario con deudas públicas y privadas gigantescas y recortes presupuestarios (casos de Grecia y España) que hacen pensar en las eternas medidas de “ajustes estructurales” que recetan los técnicos del “F.M.I.” a las economías tercer y cuarto mundistas como la de Honduras, en donde pareciera que siempre tendremos situaciones recesivas y depresivas hasta el infinito, gracias a los cleptómanos de toda especie (neoliberales y neopopulistas) y a las recetas de los tecnócratas fondistas.

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